Un individuo de Irán afirmó que su intención era simplemente asustar a su hija de 15 años después de declarar a la policía que la mató por accidente con su arma de fuego.
El hombre, llamado Mohammad Kazem Lashkari, divisó a su hija Ariana Lashkari en un parque de Irán en compañía de un hombre desconocido.
Tras su arresto, el hombre de 43 años aseguró que el disparo de su escopeta fue un accidente en el fatídico suceso acontecido en Nurabad, en el sur de Irán, el pasado 27 de junio.
"Después de discutir, Ariana se fue a casa de mi madre y no pude controlar mi enojo", manifestó el padre a las autoridades.
"Fui allí con mi escopeta para asustarla. En realidad, no pretendía matar a mi hija. Disparé sin querer".
Sin embargo, otro familiar declaró que el padre de Ariana estaba lidiando con dificultades para aceptar su pensamiento independiente y su estilo de vida.
Hablando con el activista de derechos humanos Masih Alinejad, el pariente anónimo afirmó: "Ariana era una niña que no quería ser reprimida por su padre".
"Ella deseaba elegir su propio estilo de vida y tener una mente libre. Aceptar sus opiniones fue complicado para su padre".
Añadió que Ariana era una joven tranquila que asistía a la escuela todos los días, era bondadosa y afectuosa, sus compañeros de clase la adoraban.
El familiar de Ariana cree que el gobierno iraní intentaba ocultar los detalles del asesinato.
"El régimen está haciendo todo lo posible para que esta tragedia no se divulgue en los medios. Espero que la sangre de esta niña inocente no sea ignorada como muchas otras niñas que han sido asesinadas de esta manera".
Un vecino sumó que el padre era un exadicto y había amenazado a Ariana y a su otra hija anteriormente.
En Irán, la pena por asesinato es la muerte. Sin embargo, el asesinato de un hijo o nieto por parte de su padre o abuelo paterno se trata de forma distinta y la pena máxima por tal delito es de solo 10 años.
Hasta el 62 por ciento de todas las mujeres asesinadas en Irán son asesinadas por parientes, y entre el 15 y el 18 por ciento de los homicidios en el país se consideran "crímenes de honor".
